¿Quien se llevó mi Plutón?

martes, agosto 29, 2006


Encontrábame yo tan aislado la semana pasada, en medio de un bosque de mañíos y ñirres y rodeado de blanca nieve, que poco y nada supe de la coyuntura nacional e internacional. Solo me importaba respirar profundo y concentrarme en el curso cuando una pequeña noticia se filtró, metiéndose por mi nariz y golpeando una neurona: Plutón ya no es planeta.

¿Cómo es eso? Llegan y me quitan un planeta de sopetón, así de simple. Ahora resulta que es un "planetoide" junto a Ceres y otros cuerpos con nombres con números, a los que al parecer llamarán "plutonoides". Pobre Plutón. Tan solo en un rincón del sistema solar, mirando de lejos a los otros planetas mas grandes, cálidos y de colores bonitos. Qué se cree ese Saturno, todo quebrado con sus anillos, o el prepotente Júpiter, la azulita Tierra, todos revoloteando cerca del astro rey, girando y viendo cosas interesantes mientras el pobre Plutón recorre lentamente su lejana órbita, a veces metiéndose en la de Neptuno. La nieve del jardín se derrite. En Futurama Plutón era un planeta con nieve y pinguinos. En la coordillera no hay pinguinos, pero me siento como Plutón, por lo menos los primeros días de permanencia en el hotel : era el objeto pequeño, distante, frío y desconocido. Menos mal que me metamorfosié y al cabo de unos días quedé transformado en un planeta de tomo y lomo.

Después supe que en Santiasco el alcalde momio de pinta juvenil había decidido cerral El Golf. Ayer vi un capítulo de South Park donde para evitar que entraran delincuentes decidían construir un muro alrededor del pueblo. Como nadie sabía construir el muro, llamaron al chino de la comida china, dado que ellos tenían experiencia en muros. El chino construye el muro, pero aparecen los mongoles a tratar de derribar el muro. Los niños son expulsados del pueblo y se transforman en bárbaros mongoles. ¿Y si los habitantes de El Golf se transformaran en travestis como los niños de South Park se transformaban en mongoles?

Un astrónomo yanqui aficionado ha creado una campaña a favor de Mr. Plutón. "Toca la bocina si crees que Plutón es un planeta". Es como "alza la mano si te gusta marihuana" pero en versión ultra nerd. Un amigo mío trabaja en Paranal, lástima que en vez de ver estrellas vea las máquinas del observatorio. Debe estar aflijido con lo de Plutón. No sé si se sentirá un plutoniano como yo (lejano, frío y distante) pero debe estar afectado.

¿Que pasará con los astrólogos? ¿Planeta menos, predicciones menos? ¿O incluirán a Ceres, Xena u otros planetoides? ¿ Cómo afectará mi futuro próximo la degradación pública de Plutón?

Mejor preparo mis neuronas, en unos días vuelvo a la coordillera, a la nieve, a Plutón.

Viaje Parra Visitar a Parra

viernes, agosto 18, 2006


Solo tenía que ir a Santiasco a dejar unos papeles y me sumergí donde Parra.
Aún no lo lo habían inaugurado, pero algo se veía .


Artefactos.

Una mesa.
Un sillón.
Una ruma de computadores viejos.
Una ruma de neumáticos viejos.
Un montón de botellas de vino vacías.
Ataudes diversos.
Una cama con gorros y calcetines de lana sobre ell
a.
Los presidentes de Chile ahorcados.

Y henos ahí, dos ingenieros, uno basado en el carbono, otro en el silicio, mirando en silencio los artefactos.

Pensábamos en las interpretaciones que tenían.
No teníamos ni idea que mierda significaban, si la intención del autor era trasgredir o entregarnos algo.

Por suerte, ya había leído a Don Nica y visto sus artefactos.
Y puede que ese era el sentido, durante eternos 30 minutos dos individuos sin mayores conocimientos ni pretensiones artísticas/literarias pensó, elucubró y desvarió sobre los artefactos:

-las botellas tomadas en tu vida
-los computadores que has ocupado en tu vida nerd
-apuesto que a nadie se le ocurre sentarse en el sillón
-si, solo a un niño
-los neumaticos pueden ser para el frío
-para las heladas, asi se protegen las plantas de las heladas
-yo preferiría estar acostado en esa cama, con una de las botellas, llenas, a mano, acercar la mesa con uno de los computadores.
- y los presidentes?
-creo que algunos se lo merecían

-si, y a los que no, los ahorcaron en vida. O algo así
-puede ser.

-si, puede ser.

Y pude que eso sea antipoesía.

Chiloé

lunes, agosto 07, 2006

- Hay que dejar esa arena a la entrada de la casa, para que así cuando venga el Trauko se entretenga contándolas y no entre a molestar.


Así pasaban buena parte de mis vacaciones veraniegas en mi infancia, en aquel remoto e ínfimo poblado de Quilquico ( no se molesten en buscarlo en los mapas, pues no aparece), cerca de la ciudad de Castro, en la Isla deChiloé . Todos los veranos en el mes de febrero agarrábamos bolsos y maletas y partíamos en aquel mítico Fiat 147 de mi padre en lo que consideraba, y lo era, la aventura de todos los años. Por que viajar los 1.300 kms de distancia en una época en que las autopistas concesionadas eran un asunto de ciencia ficción y más en un auto pequeño y medio endeble si que era una odisea.

Me encantaba ver en el viaje como el paisaje iba cambiando a medida que íbamos “bajando” por el mapa: la tierra era mas oscura, la vegetación más verde y abundante, las nubes cruzando rápidamente el cielo, los restos de las grandes selvas arrasadas por el fuego, con los troncos añosos pidiendo clemencia al cielo por la irresponsabilidad del hombre... me emocionaba pasar el Canal de Chacao con el vaivén del transbordador tratando de ver alguna tonina, el olor a la cocina chilota que empezaba ya a llegar, y el largo , tortuoso y polvoriento camino al pequeño pueblo donde nació mi madre.

El pueblo no eran ( ni siguen siendo) más de 10 casas, siendo la iglesia el centro neurálgico y espiritual de la zona. La antigua Iglesia, el lugar donde mis padres se casaron y donde me gustaba jugar cuando pequeño entre tablones viejos y piedras que me decían mis primos que eran de un antiguo cementerio huilliche, se cayó hace muchos años, perdiéndose de esa forma un patrimonio arquitectónico único en el mundo (años después, las iglesias de Chiloé serían declaradas Patrimonio de la Humanidad).

El mejor momento lejos era la fiesta del pueblo, gente de Rilán , Castro, e incluso de islas como Curaco de Vélez venían ver a la virgen en la nueva iglesia construida por mi tío, más pequeña, con una arquitectura diferente, pero manteniendo la madera y las tejuelas, con esos santos vestidos como muñecas. Ahí se armaba la gran fiesta, mataban chanchos, vacunos, corderos, se hacían chicharrones, milcaos, chapaleles y toda la gama de alimentos deliciosos y ricos en colesterol con que el chilote se alimenta, la chicha de manzana corría y yo pelusiaba entre la gente sorprendiéndome con ese mundo extraño que se me presentaba. Cosa parecida me sucedía cuando había que cortar el trigo y se armaba la minga, el trabajo comunitario y solidario con que los chilotes han sobrevivido desde generaciones.

Podría seguir y seguir durante horas con recuerdos de todas las vacaciones que viví ahí. La última vez fue el 2002. Ese año daba mi examen de título y sabía que podía ser la última vez que iría un verano. Aproveché de recorrer algunas partes de la isla que no concía, como el Parque Nacional Chiloé, las islas de Curaco de Vélez y las Butachauques (que gran curanto me comí ahí, my god ¡¡) .En el centro de Castro, un lienzo cubría el frontis de una casa : “No al puente, no a la invasión del continente”. Así tal cual. El hecho de ser la última colonia española en Sudamérica, la fuerte mezcla entre gallegos y huilliches, el sempiterno aislamiento hace que los chilotes sean de un carácter bien especial. Creo que primero son chilotes, luego chilenos. Algo parecido creo que pasa con los magallánicos.

Y es por eso que con la noticia de la suspensión de la construcción del Puente sobre el canal Chacao muchos de esos recuerdos se me vienen a la mente. Sería una gran desfachatez decir que si se construía el puente, el carácter único, mágico y lejos de la modernidad moriría irremediablemente para dar paso a los vicios modernos. El tema del aislamiento no es un chiste.

En Chiloé abundan los caminos de tierra, la pista aérea (unos primos míos viven al lado) es más una cancha de fútbol que otra cosa, los hospitales no tienen especialidades, solo hay una universidad privada, etc etc. Creo que técnicamente el proyecto era inviable, el costo era enorme, la única fecha en que hay tráfico abundante es en verano, y muchos argumentos más. Pienso que el ministro fue bastante valiente al desechar una obra bastante popular (el puente más largo de Latinoamérica, el décimo más largo del mundo y otros ré
cords) debido a que sin duda con una fracción de los 1.000 millones de US$ que costaría su construcción serviría para mejorar el sistema de transbordadores, el sistema de salud, de educación, la conectividad interna y un largo etcétera de falencias con que cada día tienen que vérselas los chilotes.

Y de paso, la isla seguiría siendo un lugar donde personajes mitológicos como el Trauko seguiría dando vueltas por los bosques y pampas, donde la Pincoya saldría del mar hacia la playa para augurar la pesca, y donde “ yo no creo un brujos Garay, pero de que los hay, los hay”.

Seguiría siendo mi propia isla mágica.


P.D. Los chilotes bloquearon caminos en protesta, diciendo “nadie entra ni sale”..... esa no es Cuba?

P.D.2 Hace 28 años, por expresa voluntad de mi madre, nací yo en la ciudad de Castro, capital de la Isla Grande de Chiloé.