El motivo que me llevó a abrir un blog fue simplemente la curiosidad. En algún lugar oí hablar de ellos y quise saber como eran, así que un día me senté frente al computador y abrí uno. El primer problema que se me presentó era ¿de que escribo?, por que nunca antes había escrito. Revisé algunos blogs para saber de que escribía la gente y ya en esa época la diversidad era tanta que me confundió más. Decidí que, como todo esto era un experimento y nunca mis experimentos duran demasiado, escribiría de lo primero que se me cruzara por la mente. De ahí vino el título del blog. Lo que pasa, estimados y estimadas, es que en el momento en que empecé a escribir mi vida andaba medio perdidad y pensaba en cualquier idiotez y estaba lleno de angustia y sentía que el mundo se me venía encima. Dos años más tarde, me encuentro en casi igual situación, aunque la angustia permanente ha disminuido un tanto.
Y recorrí y leí blogs de todo tipo. Blogs tipo diario de vida, blogs periodísticos, blogs que hablaban de la hermosa vida de su autor, blogs eroticones y otros con mala ortografía, blogs medio experimentales y otros llenos de poemas y amor. Blogs hechos con cuidado y otros a la rápida, éramos varios los que experimentábamos y, sin saber muy bien que hacíamos, aumentábamos las estadísticas sobre blogs y bloggers.
Una cosa que me llamó la atención fue el hecho de que muchos que polulaban ( y que polulan aún) por los blogs estaban hinchados de ego. Yo, persona que lucha por tener algo de autoestima, no comprendía muy bien como utilizaban esta herramienta para alimentar sus egos y pelearse por quien tenía mas visitas, o por los comentarios dejados, o solazarse escribiendo sus, aparentemente, fantásticas y sin igual existencias. Aunque creo que los peores son los que empezaron a teorizar y a esgrimirse como gurúes, como faros, como iluminados a los cuales había que seguir para, según ellos, tener un blog como la gente. Otros utilizaban los blogs para hacer hermosa vida social. Vi un par de "guerras bloggers" en estos dos años por estos motivos. Al carajo, yo seguí en lo mío.
Pero obviamente, no todo es malo, todo lo contrario, creo que aquellos blogs con los cuales me he conectado superan con creces a los que no me han gustado. No haré un largo repaso de aquellos blogs que periódicamente visito, por que puede que deje a alguien en el tintero y eso sería feo, muy feo. Pero sé que ellas y ellos sabrán.
A tanto llega a veces el encariñamiento con los blogs que, cuando uno de los favoritos se cierra, de llega a sentir algo de pena, especialmente con aquellos muy originales y divertidos, pero a la vez llenos de humanidad .
He seguido con algunos de los principios que me impuse al iniciar este, para mí, enriquecedor pasatiempo. Sigo no pensando mucho lo que voy a escribir, a veces la inspiración me llega pero nunca tengo claro la estructura de lo que voy a escribir. Sigo sin conocer en persona a nadie que tenga un blog ( o que yo lo sepa). Nadie de mis amistades sabe que tengo un blog, y tampoco tengo planificado de que sepan. Las razones para esto son simples: escribir con la mayor libertar que pueda y sentirme cómodo escribiendo.
He aprendido de que los blogs pueden ser una gran herramienta para comunicar, para interactuar y para conocer otras realidades, otros mundos y otros pensamientos. Es grato saber que otras personas piensan como uno (aunque a veces me asusta), y también es grato saber de que hay diversas posiciones y enfoques para observar nuestra realidad, y de que se pueden contrastar en forma constructiva. Es entretenido ver como las noticias corren por los blogs en forma completamente independiente a los medios tradicionales, con otra velocidad y otras prioridades.
Ignoro si este blog llegará a un tercer año. A veces, falta inspiración, a veces, uno se aburre o se desmotiva. Habrá que ver hasta cuando dura este experimento, que nació en un frío y gris día hace dos años atrás.