Debemos ser el único país del orbe que nombra a sus regiones ( o su correspondiente) por un número. Es tan centralista el país que las zonas que no dependen de la capital ni siquiera tienen un nombre por el cual identificarse, sino que un número. En las noticias, en diferentes documentos, se designan por un numerito. Yo nací en la región X pero soy criado y he vivido toda mi vida en la región V. Que cosa más fea.
Aprovechando esta nueva configuración administrativa se debería aprovechar para efectuar un primer paso en la descentralización efectiva del país. Borrar de un sopetón los números y , ahora en adelante, solo llamar a las regiones por el nombre correspondiente: Valparaíso, O`Higgins, Los Lagos, Aysén, Magallanes, etc. Que quede prohibido nombrar los impersonales numeritos , ¡¡¡¡ tenemos derecho a un nombre ¡¡¡¡, en periódicos, noticieros y revistas.
Los magallánicos tienen una hermosa bandera que muestran con orgullo en eventos deportivos, sombreros, poleras y en quizás en que otras prendas. Todas las regiones deberían tener sus banderitas ondeantes al lado de la tricolor, como signo de identificación y de integración. Esto, que es algo meramente cosmético, tiene que traer consigo una real autonomía para decidir cuales son la diferentes vocaciones territoriales : industrial, servicios, agrícola, forestal, turística, etc. Para eso hay que tener autonomía presupuestaria. Y para eso, hay que empezar a elejir tanto a los consejeros regionales como a los diferentes intendentes.
Bienvenidos Arica y Parinacota, bienvenido Los Ríos. Bonitos nombres, que no se vayan a diluir con números como 14 o 15. Tenemos nombres, señoras y señores.