
Los chinos son muy chinos para sus cosas. No contentos con la política del hijo único ahora han instaurado la política del "perro único". Sólo está permitido un can por grupo familiar, y éste no debe exceder los 35 centímetros de altura. El por qué de esta discriminación la ignoro por completo, puede ser que la cantidad de heces sea menor en un perro de menor altura. Ni idea. La cosa es que con la cantidad de chinos que hay y si todos decidieran tener un perro de mascota, la cantidad sería inmensa, muchos millones de perros, muchos de los cuales entrarían en la categoría "vagos" constituyendo un grave problema sanitario, en especial en las superpobladas urbes orientales.
Las autoridades chinas han decidido tomar al toro por las astas y ponerle fin al tema : erradicarán a todos los perros vagos, cosa que tiene mucho sentido común. El problema es el como. Fácil. Guardias municipales van tras los canes vagos en las calles y los matan a palos. Tal cual, a plena luz del día.Cosa no de extrañar en un país donde los derechos humanos son violados sistemáticamente (persecución política, ejecuciones, destrucción de la cultura tibetana) cubierto todo ello por el silencio de la comunidad internacional, obviamente.
Y resulta que desde algún tiempo somos socios comerciales de los chinos, flamante tratado de libre comercio de por medio. China siempre le ha tenido buena a Chile, no es casualidad lo del tratado. Entre Ch se entienden. Tanta es la amistad que después del golpe del 73 los militares rompieron relaciones diplomáticas con todos los países comunistas, exepto China, quien no recibió a refugiado de ningún tipo y afianzó las relaciones con los militares.
Pero me desvié de los perros, aunque algo tiene que ver. Siempre me llamó la atención un hecho que tiene que ver con la dignidad de los animales y de las personas. Cuando era un joven estudiante universitario veía como muchas(os) estudiantes se derretían frente a algún perrito vago, de los muchos, que deambulaba fuera del mercado Cardonal en Valparaíso, pero miraban con asco, o peor aún, ignoraban por completo a los vagabundos o jóvenes intoxicados de tolueno o neoprén que mas temprano que tarde aparecían por el sector. ¿Cómo se podía sentir tanta compasión y humanidad por un animal, y tanto desprecio por un ser humano?Ahh claro, los animales no se quejan ni cuentan sus problemas ni nada de eso.
No es que no me gusten los animales, pero a veces me da la impresión que ese tipo de actitudes solo buscan reconfortar de forma fácil la conciencia, sentirla livianita un rato sin hacerse cargo del sufrimiento de otras personas. Me cuesta entender el afán de humanizar algo que por naturaleza no es humano, sino perro, obligándolo a tener comportamientos propios de nosotros (nombre, casa, carnet, no meter bulla de noche, no aparearse con cualquiera, a la hora de morder hacer distinción entre amigo y enemigo, diferenciar entre en juego y en serio, etc).
Aunque creo que los perros vagos deben ser controlados debido a los problemas sanitarios y paisajísticos (como en Valpo) que hay detrás, también creo que debe hacerse de alguna forma que evite el sufrimiento o el dolor en ellos (la opción china descartada). Y parte de la respondabilidad la tiene la gente que abandona a los perros cuando estos dejan de ser cachorros (por ende, adorables) o bien que alimentan y le dan cobijo a algún quiltro, pero de la vereda para afuera, sin hacerse cargo de sus heces, vacunas, ladridos y/o mordeduras. El tener una mascota significa una responsabilidad de la cual uno debe hacerse cargo. Como en Viña del Mar, donde si tu mascota deja su gracia en la calle y no limpias, te multan. El problema es quien fiscaliza eso.
Parece que tener vida de perros no es buena opción, menos en China.