"Una verdad incoveniente" se llama el documental que tiene como protagonista a Al Gore, ex vicepresidente y candidato a la presidencia de USA, aún no estrenado en nuestro país. En éste, el hombre va mostrando los efectos sobre el planeta del calentamiento global y sus apocalípticas repercuciones sobre la vida en la tierra, declarándolo como "la mayor crisis actual del planeta". A pesar de que suena a adelanto de campaña y reposicionamiento político, el tema no deja de tener una urgencia inmediata. El gobierno de Bush considera, pese a toda la argumentación científica, que el aumento global de las temperaturas es una ficción que tiene como objetivo frenar la expansión industrial del país del norte. Como resultado de esta política, el gobierno yankee se ha negado a ratificar el Protocolo de Kyoto, donde los países industrializados se comprometían a reducir sus emisiones de gases tóxicos en un 5,2% entre los años 2008 y 2012. Esto significa que, con tan solo el 5% de la población mundial, producen más del 25% de emisiones de CO2 del planeta. Paradójicamente, los países en vías de desarrollo y los antiguos países de la órbita socialista han sido los primeros en respetar el acuerdo. De esta forma, el mercado de emisiones establecido en aquel Protocolo queda desvirtuado. Obviamente, países como el nuestro, que aportan menos del 1% de dichas emisiones, tiene que sufrir parte de los cambios climáticos.

Sin embargo, podemos como país aportar nuestro granito de arena, a través de la búsqueda de fuentes alternativas para los motores de combustión, específicamente el uso de etanol y biodiesel obtenido de cultivos como el maíz, la caña de azúcar, raps, remolacha, etc para el primer caso, y de la fermentación de materia orgánica en el segundo. Siguiendo el caso de Brasil, donde el uso de vehículos con motores flex fuel es común debido a políticas energéticas establecidas hace 30 años, en Chile ya hace algún tiempo se está investigando con el objeto de lograr una industria bioenergética propia. Estos combustibles de carácter renovable no emiten a la atmósfera gases contaminantes ( 30 a 70 % menos de CO2). Sin mucha bulla ni prensa, se ha establecido una comisión con el objeto de promover esta iniciativa.

Uno de los objetivos de esta política es lograr una cierta autosuficiencia energética. Un motor de automóvil común soporta hasta una mezcla de 10% de etanol en el combustible. Sobre esto, es necesario realizar algunos cambios en los motores. Se preveé que un 10% del combustible utilizado en Chile podría provenir de esta fuente.

En USA ya se produce biocombustibles a partir de maíz. Existe el caso de Reynolds, también conocido ahora como Biotown, un pequeño pueblo del estado de Indiana donde se ha logrado el autoabastecimiento de energía a través del cultivo de maíz para elaborar etanol y alimento del ganado; con el estiercol vacuno y pocino, más el humano, se generará electricidad y gas.

En nuestras tierras, ya hay inversionistas interesados en generar una industria de este tipo. Solo falta el marco jurídico, el cual ya se está trabajando para dar el puntapié inicial y no quedarnos atrás en una tecnología que se está tomando el mundo entero.

Así, puede que en un futuro no muy lejano nuestras calles en vez de oler a humo de tubos de escape, huela a azúcar quemada.

Algunos links por si les interesa el tema :

Biocombustibles : mitos y verdades
La crisis energética en el mundo
Biocombustibles, la nueva energía
Biocombustibles, la apuesta energética
Biocombustibles
Biocombustibles y otros
Biocombustibles y motores
Biocombustibles en españa

(alguna vez tenía que ponerme profesional y serio, además de ser un tema que me interesa mucho, ya volveré dama y varón a mis desvaríos mas desvariados la proxima semana)