Septiembre

Me gusta septiembre. El motivo lo desconozco. Debe ser el cambio de clima, la mayor luminosidad o que la gente circula más sonriente. O que el cielo se pone más azul y blancas nubes aparecen entre los cerros. O que aparezcan añañucas y leucocorynes en los cerros. O que los niños pueblen los cerros buscando el mejor lugar para elevar volantines. No lo sé. Mi gusto por septiembre está bien lejos de algún clamor patriótico, de hecho no formo parte de la gente que en estas fechas se vuelve loca haciendo "chilenidad" (comer y tomar en exceso, creerse huaso y gritar viva chile cada 5 minutos). Debe ser parte del ciclo de la naturaleza, el paso de invierno a primavera y todo eso lo que me pone de mejor humor. Lo malo es que me dura este puro mes.

Me gusta elevar volantines. Durante muchos años iba a algún cerro junto con mis amigos, lo chistoso es que esa afición surgió ya mayorcito. Desde el cerro se veía toda mi ciudad y no faltaba el que se iba "cortado" ( no piensen mal) y había que ir a buscar el volantín entre medio de unas moras antes que algún niño nos ganara el quien vive y se fuera con él. O cuando iba a la parcela de Joaquín donde subíamos entre un bosque de espinos a tomar chicha y luego comíamos empanadas en horno de barro.

¿Qué haré para el 18? Ni idea. Me imagino que a las ramadas y fondas cerca de mi casa, a encontrarme con medio mundo y reirme de los santiaguinos con chupalla, ¿por qué será que piensan que saliendo de Santiasco todos usan chupalla y ojotas? Y todos intentando bailar cueca. Yo no sé bailar cueca. No me averguenzo de ello, dado que no sé bailar nada. Tampoco me gusta la chicha dado los serios problemas estomacales que me produce. Y tampoco me he vestido de huaso jamás en mi vida, lo cual en el ambiente campestre me ha provocado más de algún desaguisado (nunca le digan a alguien que practica rodeo si se "disfraza" de huaso).

¿Por qué me gustará septiembre? Ni idea. A lo mejor se me contagia la alegría de los demás. O sea simplemente que me guste caminar bajo el cielo azul sin tanto calor mientras busco el mejor lugar para elevar mi volantín.