Chiloé: cielos cubiertos ( II Parte)

miércoles, enero 16, 2008



Al día siguiente amaneció con lluvia. Una ducha helada y un café bastaron para ya estar despierto recibiendo a los invitados, muchos de ellos familiares míos, otros familiares de mis familiares e incluso un grupo de iquiqueños quienes disfrutaban maravillados la fina lluvia que caía. Mientras algunos preparaban la carne y otros los palos para asar, yo ayudé con el fuego y con colocar una lona como techo para la lluvia. Nuevamente, descubrí que poseo poquísimas habilidades manuales y resulté más un estorbo que una efectiva ayuda en las tareas, pero las habilidades de los demás hizo que en un par de minutos ya había espacio suficiente para que la gente se pudiera sentar alrededor del fuego y pudiese observar cómo, lentamente, muy lentamente, los grandes trozos de carne de cordero y chancho se asaban y escurría la grasa por los palos. El dueño de casa se encargaba de girar los palos cosa que no es nada de fácil debido al peso y al calor y la infinidad de comentarios como “ese trozo no se asará”, o “están mal colocados los palos”, etc. Mucho ingeniero y poco obrero decía uno por ahí. Nos turnábamos, un rato lo hice yo y me entretuve durante 10 minutos hasta que el asunto definitivamente se transforma en tedio y el humo y el olor a carne asada empiezan a hastiar un poco, pensando que se toma alrededor de 3 horas llegar a un punto óptimo de cocimiento. Para esa hora el sol ya había aparecido entre las nubes y muchos, entusiasmados, se sacaron suéteres y chaquetas y se pusieron al sol; mientras yo me mantenía cerca del fuego para secarme y los miraba sabiendo que se resfriarían prontamente, los genes chilotes presentes en mí me decían que era lo correcto.

A la hora de comer reinaba el sol. El aire libre, el verde campo alrededor, un cielo azul salpicado de blanquísimas nubes, las fuentes rebosantes de carnes y mi estómago rugiendo fueron suficientes motivos para zamparme en cosa de algunos minutos un par de grandes trozos de cordero, sin perder tiempo en ensaladas ni papas, dado que eso lo puedo comer en mi casa (exceptuando, claro está, la majestuosa papa chilota) y mi objetivo era consumir la máxima cantidad de cordero posible, aunque eso significara reventar.

Quiero dejar en claro que no soy ningún sádico que le guste ver sangre y tripas por doquier, para mí el hecho de matar un animal para comérselo (y comérselo entero y con gusto) es mucho más sano que comer en un McDonalds o alguna cadena similar. Lejos, pero lejos, prefiero conocer que es lo que me voy a comer antes que comer alguna hamburguesa plástica llena de azúcares y colesterol, preservantes y colorantes varios en medio de plásticos colores chillones y asientos incómodos. Para mí el hecho de poder observar el proceso de sacrificio del animal no me provoca ni pena ni alegría, es sólo parte de un proceso natural bajo el cual las personas domestican y crían animales para luego consumirlos. Si la pena reinara, mucha gente en el campo simplemente no tendría que comer ni tendría una fuente de ingresos importante, es parte de la vida cotidiana de muchísimos lugares, así como para muchos es dirigirse a un gran supermercado y comprar la carne en una bandeja plástica. Claro que puede ser chocante ver matar a un chancho, que grita muchísimo y da la pelea hasta el final cuando se le entierra el cuchillo en el corazón si uno no tiene la costumbre de verlo, pero es una escena que se repite mucho en el campo y me ha tocado verlo en varias oportunidades (¿ninguno de Uds. ha ido a un matadero, cierto?). Yo lo viví cuando era niño y creo no tener ninguna secuela de ver transformado un chancho en carne, chicharrones y prietas. Creo.

Digo esto por los comentarios escritos y por una pequeña encuesta realizada por mí hacia mis cercanos. Invariablemente, los hombres me declaraban lo “increíble”, “sabroso” y “maravilloso” que resultó la experiencia; las mujeres, por su parte, me declaraban frases como “qué pena el corderito”, “cómo pudiste hacerlo” o bien “no me sigas mostrando fotos que te odiaré por siempre”. Qué raro que cuando se comen un completo o compran la carne en el supermercado lo disocien tan rápido del concepto de ser vivo. Me sorprende a veces la cantidad de gente que nunca ha visto carnear un animal, o a una gallina poner un huevo, u ordeñar una vaca (no niños, la leche definitivamente no viene con sabor a chocolate) ni se preocupan por saber los procesos de obtención de sus alimentos ¿o seré yo el nerd que se preocupa de esas cosas?

Y al otro día, aún digiriendo lo comido, estábamos viajando de regreso muy temprano en la mañana, viendo el amanecer reflejarse en los palafitos, comiendo en el camino el último milcao y luego un largo retorno a casa, cruzando bosques, lagos y ríos, ciudades y pueblos, rumbo a la cotidianidad.

30 desvariados han opinado:

Alexandra dijo...

Jajajajajaja... acaso fui la única mujer que no alegó por el "pobre" cordero? Pero si son para comérselos! Lo siento vegetarianos, es parte de la cadena alimenticia.
Quiero que llegue el día en que esté allá!!

Sophie dijo...

Sustituye eso si, maravilloso su viaje como lo cuenta.
Besos

Marsu dijo...

Bueno, ya confesé lo que me pasó con la primera parte... Lo bueno es que aún así mis hijos ya han ordeñado una vaca y han visto cómo su gallina pone un huevito.
Con eso me doy por satisfecha.
Y aún cuando tb me importa de dónde proviene lo que como (parece que somos 2 nerds), prefiero no ser testigo del proceso.. Ojos que no ven.....guatita que disfruta.. Jajaja.. Hermosos palafitos!

clauarroyo dijo...

El final me dio pena, ya que volver a la triste realidad de la cotideanidad me produce un sinúmero de sabores más bien amargos. Lindo todo; el paisaje , tu familia, la comida, pero paso a la hora de faenar. El resto también lo he vivido y no es menor la cantidad de personas que jamás han visto poner a una gallina.

Cariños Alvarito y de vuelta a la realidad.

vesania dijo...

siempre termino de una u otra forma aludida por tus palabras, en mi casa crían animales para consumo, bueno y tambien verduras y frutas, y te juro que me da una pena cuando matan a pancho, a la manuela o a cualquier animal al que alimente le puse nombre y crie... por suerte esto de estudiar lejos de casa hace que este menos cercana a los animales, es que un pollo que lo viste desde que era una pelusita y ver como lo matan y como esta en tu plato mmmm bueno según mi papá es mi culpa por encariñarme con los animales cuando sé para que los cría, pero en todo caso esto es mucho mejor y mas sano que el comprar todo en supermecado, soy una de las pocas personas que sabe del verdadero sabor de los tomates jajajaja...
yaaaaa oye tu asado el compartir reir y todo eso te lo envidio ahora lo del cordero mmmm no mucho, es que le tengo miedo soy muy delicada de la guata....

saludos... que estes bien, se pasaron las fotos

@slz_ dijo...

quieres informar o sacar pica? la carne de cordero es la mas nociva, pero la mejorest de las mejorest

Mengana Utópica dijo...

sonará muy estupido de mi parte, me gusta mucho la carne, o sea, los animales muertos, pero no tolero verlos morir
cosas locas

que tentador tu texto, quieor volver a Chiloé


cariños desvariado.

Jaime Ceresa® dijo...

Seguimos sacando pica..ajajajaa

Una acotación sobre el McDonalds..creo que comer cualquier cosa es más sano que comer un McDonalds.-

Cuídate.-

Carla dijo...

Mm, me encanta Chiloé,cuando vivía en Pto Montt pasabamos casi siempre pa alla.
Pero ver asi a un cerdo?? mmm, la verdad es que me volveré vegetariana =).

saludos!

pd: lindas fotos!

Llaidy dijo...

ay ya me dio hambresita este Post. Lo cierto es que cuando uno cocina a la interperie es bien incomodo. Lo peor del caso es que si eres inesperto se invierten muchas horas en el proceso. Me paso muchas veces cuando me iba de campamento. Saludos

Angélica dijo...

Jajaja... me encantó la historia Alvarito, y la descripciones, me parecía estar ahí mismo contigo junto al fuego y sintiendo el olor y el humo de la carne asada.

Yo fui una de las que dije: Oh! horror, y lo sigo diciendo, en el sentido de ver morir a un animal. Creo también que la primera vez debe ser atroz y que las siguientes ya no tanto, no sé. Yo veía cuando mi taita mataba las gallinas y las pobres quedaban aleteando. Pero ya lo dice el dicho: "Ojos que no ven corazón que no siente", igual me habría comido el chanchito asado jajajajaja... y que debe haber estado más que delicioso.

Me gustó este viaje por Chiloé. Me gustaría poder vivir una experiencia así como la tuya.

Cariños.

Lilith dijo...

paf!
jojojo
pero es que es verdad poh
cuando yo me como un completo no veo el proceso de la muerte pos

a mi me da cosa
quede trauma cuando chica mi abuela mato un gallo
y en el campo vi a un conejo destripado me da cosa

ahahaha
pero sho no critico
son distintas maneras no más
jajaja


igual
mil besos*

danieLa® dijo...

Recuerdo que cuando iba a la casa de mi ex, en San Javier, me resultaba trágico ver como algunos pollos andaban corriendo entre mis pies, y luego me enteraba de que uno de ellos ahora era parte del plato de cazuela que tenía en frente. :S

No sé, creo que es algo que me cuesta superar, en mi casa hubo una época en que tuvimos conejos, y cuando se empezó a sobre poblar la jaula también hubo algunos que pasaron a ser estofado... no pude comer!!!. Definitivamente no tengo alma de granjera o algo así, pero debo aclarar que tampoco soy asidua a los locales de comida chatarra, puajs!.

Debo hacerme vegetariana quizás, porque mi mente rollera me impide no pensar en el pobre animal cuando estaba siendo sacrificado.

Abrazos!.

Fernando dijo...

Yo también habría dejado un poquito de sangre para el ñachi, con limonsito, cebollita y cilantro.
A las chiquillas siempre les da pena cuando se sacrifica un animal, a algunos de nosotros también, pero como nos gusta la carne tamos cagaos.
Viví de los 12 hasta los 19 años, en el campo, un fundo al interior de Quilleco, ubicado al interior de Los Angeles octava region.
Ahí comiamos los animales y aves criados por nosotros, la huerta y las siembras daban todas las verduras y agregados para acompañar. Solo debiamos comprar en el pueblo azucar, sal, aceite, las pilas, el café lo haciamos de trigo, me hiciste recordar tiempos hermosos.
Saludos

Fernando dijo...

Chucha anduve medio repetido, parece que somos varios los que tenemos estrecha relación con el sure.

Valentinitz dijo...

si pop, llama la atención ese tipo de comentarios si en realidad la mayoría de la gente somos absolutamente carnívoros, si le da tanta pena, hágase vegano es lo más sano.
yo por mi parte debido a la gran influencia y concentración de hombres por metro cuadrado con los que me relaciono, disfruto enormemente de un asado y no hay culpa, he estudiado varias veces en mi vida académica el rollo de las cadenas tróficas, es parte de la vida, asumamos nuestra realidad.
abrazos, me dio hambre el post.

Anónimo dijo...

De puro ver la foto inicial me dio hambre. Y allá no importa la lluvia...se pone una buena lona y se sigue con el asunto.

Paisaje inmenso a la hora de comer, ¿no? (un momento Kodak, diría alguien por ahí). No sé si has comido cordero antes...pero un poco de precaución con la cantidad no hubiese estado de más.

Buen relato...algún día he de pagar la deuda que tengo con Chiloé. Saludos cordiales.

Christian dijo...

Para el 18, asado!
cuando juega chile, asado!
cuando vas al sur, asado!
carrete en la casa de alguien con patio, asado!
Creo que nunca seria ni vegetariano ni gay.

saludos

Tuccini dijo...

Si alguna vez comi tanto en mi vida como para reventar, fue en Chiloé. Hermosa tierra y las personas mas hospitalarias de todo Chile.
Con el primer bocado de carne de cordero o Jabalí, se me van todas las aprensiones con el tema de la muerte de los animales.
Saludos

Cami dijo...

ME gusto la foto de los palafitos y en cuanto a lo del asado me dio ganas de comer jiji

pero no me gusta ver morir a los animales no puedo evitar y aunque sea en peliculas ponerme a llorar, prefiero comprar envasados.

Sayonara=^.^=

Palomis dijo...

Que hambre.

Se parece al cabrito ke me van a regalar pal cumple, mmmm, que rico.

No es que tu seas un nerd que se preocupa de esas cosas, sino que la gente disocia el animal muerto con la matanza.
Por mi es una linda tradicion que une a las familias y a los vecinos.
Yo vivo en Pelarco, siendo santiaguina de tomo y lomo, y me encanta cuando mis vecinos matan chanchos y te reunes con ellos, tomas mate y comes chicharrones con pan amasado, sobre todo en invierno.
Y si es generalidad matar un corderito para año nuevo.
Ademas recuerda que los niños de hoy solo conocen el pollo envasado, vieras a los hijos de mis amigas cuando van al campo y reconocen una gallina o recogen huevos, o los mando a recolectar frambuesas (los niños de hoy le temen a todo), se fascinan.
bueno parece posteo en mi blog y no comentario.
baccio e un hug per voi
Colomba

Kuky Haindl dijo...

No hagas caso, si es obvio que es mas sano comer asi. igual, psa presenciar la muerte de un animal, hay que tener valor. Aca en la ciudad, uno acostumbrado a comprar la carne trozada, congelada y procesada, tiende a olvidar casi inconscientemente de donde salio. osea, si les da pena q maten animales, sean vegetarianos.

Claudia Andrea dijo...

una aventura,,, que marca sin duda

espero que las aventuras sigan en su vida..señor
suerte

cabellosdefuego dijo...

jajajaja
yo fui una de esas minas q alego!
es q ver las fotos, ays, no se. :(

viiivi ~ dijo...

haai me recuerda mucho cuando fui a Chiloe realmente es maravilloso.

y en cuanto a esos corderitos, la verdad me gusta la carne muerta, pero ver a un animal morir me daria demasiada pena y lograria convertirme en una vegetariana jaja....

las fotos estan mui buenas. Gracias por pasar saludos :)

cuidate ZzhauU *

Kathy_C dijo...

Siempre he pensado en que los presidentes de la república debieran candidatearse ofreciendo un viaje -al menos una vez en la vida- para que cada chileno recorra su país. De norte a sur, entre cierta edad.

Es medio nazi, lo sé, pero me tinca porque soy loca.

Beso!

Unknown dijo...

mis ultimas vacaciones las pase en chiloe, fue realmente un privilegio, maravillosa tierra.

con respecto a la carne, jeje, no me gusta muxo, la verdad casi nada, la como mas por motivos de salud (hay que comerla)y no sé si sea por un espiritu eminentemente urbano o no estar acostumbrado a eso, pero no me gusta ver morir a los animales, me perturba, no digo que este mal pero prefiero ir al super y no preguntarme como es que llego esa carne ahi.

saludos. gran tierra es chiloe, grandes gentes son las que viven ahi.
tengo que volver.
bye

Catalina Pianola. dijo...

Alvaro!
me gustan tus desvaríos :B


mooa .)

Catalina Pianola. dijo...

Alvaro!
me gustan tus desvaríos :B


mooa .)

Violeta z dijo...

Comí tanto cordero cuando viví en Punta Arenas que me terminó pateando. Pero tb allí ví rituales parecidos, así que no me causa mucha pena pensar en el tema. Soy indolente en ese punto.
Y últimamnete me rodeo de más ingenieros que obreros, al menos de alma, y éso es bien desventajoso...
Jaja!
Saludos!