Peluca, Bar Restaurant

jueves, febrero 28, 2008

Regresaba del nauseabundo baño y observé a mis compañeros sentados alrededor de la pegajosa y coja mesa, y nos vi como extraterrestres en ese lugar, completamente fuera de lugar, desentonando con el entorno, pero a la vez camuflados o asimilados entre el humo y el olor a alcohol. En ésa época, hace varios años ya, nos dio por salir a beber a locales como ése: círculos de artesanos y ex oficiales de alguna rama armada, bares medios solitarios y oscuros, locales cerveceros de poca monta con olor a vino bigoteado y aceite refrito. Y estábamos ahí los cuatro, bebiendo alguna cerveza para apaciguar la sed, nadie nos miraba, nadie nos molestaba, cada cual en su mesa conversando, bebiendo, exhalando humo o comiendo calugas de pescado, único comestible ofrecido para los parroquianos por Peluca, dueño del bar del mismo nombre.

Los parroquianos de este bar lo constituyen, hasta el día de hoy, obreros, trabajadores agrícolas y jubilados quienes llegan hasta la barra para calmar su sed, para descansar, para olvidar o porque ya no tienen nada más que hacer. Casi invisible, permanece inalterable desde la lejana época donde las tardes se llenaban de trabajadores sedientos en búsqueda de su metro cuadrado de cerveza luego de una larga jornada laboral elaborando, justamente, cerveza. Por eso, al ver a mis compañeros cerveceros sentados ahí, parecíamos fuera de foco, pero especialmente Pancho con su claramente perceptible herencia alemana e italiana. En la barra, sentado mirando con ojos vidriosos el espejo, un señor con aspecto de jubilado mira hacia la nada bebiendo una caña de vino sorbo a sorbo, lentamente. Cada cierto tiempo, gira su pequeño y delgado cuerpo hacia la entrada, y luego vuelve raudamente a seguir bebiendo su caña.

No recuerdo que temas hablábamos en esos años, todos estábamos en la universidad y el dinero no campeaba en nuestros bolsillos, exceptuando obviamente Pietro, pero él es una persona especial y gustaba extrañamente de ir a meterse a un lugar como Peluca. Y entre tema y tema entra una ráfaga de aire helado, la puerta se abre y dos señoras, con ropa ajustada y evidente sobrepeso, ingresan y se dirigen con paso decidido a la barra. Al pasar, una de ellas nos mira de reojo, cosa que nos asusta. Se sientan cada una al lado del hombre de la barra, creando un cómico sándwich humano donde las señoras prácticamente hacen desaparecer al tipo que tímidamente pide cervezas para sus acompañantes.

Ellas fuman y beben, el ríe nerviosamente. Una de ellas le presta toda su atención, la otra, escanea el bar posando su mirada en cada una de las mesas, sonriendo en forma pícara. Su ropa está tan apretada y sus formas tan redondeadas que imagino que en cualquier momento puede explotar. Mis amigos y yo nos levantamos, pagamos y nos vamos hacia algún lugar que no recuerdo, seguramente cada uno a sus respectivos hogares, poco hay que hacer de noche en un pueblo como éste, los inviernos fríos y húmedos sumado a la nula vida nocturna existente en esos años hacen que irse a acostar haya sido siempre un buen panorama. Será hasta la próxima Peluca, me digo, nos vemos en unos días más, o semanas más, o quizás nunca, cuando nuevamente los cuatro alienígenas sin novia y sin nada mejor que hacer vuelvan a capear el frío y a calmar la sed.

Un par de días después, Peluca vuelva a mi mente. El diario local publica que un jubilado fue encontrado en un sitio eriazo cercano a la estación de trenes, con los pantalones abajo, completamente ebrio y sin ningún peso en los bolsillos. Solo recuerda que pasó a beber algo para el frío a su bar de siempre.

31 desvariados han opinado:

Kristian dijo...

POTENTE HISTORIA.
BARES ASI, ABUNDAN EN CHILE.

UN ABRAZO.

Clau dijo...

uYyy las tremebundas se cagaron al jubilado??? jajaj buena historia
super entrete leerte, mi primera vez pero pasaré mas seguido por aquí
Saludossss desde spain

Esa Pitonisa dijo...

con su permiso le voy comentar!... me robe tu link de un blog por ahi.
Te gusta Gepe!!! eso es lo ke me gustó.
aahh!! Y a penas lei "señoras con ropa ajustada y sobrepeso" mis prejuicios dijeron aaahhh eshas no andan de parrokianas, eshas andan trabajando!

buena historia

saludos

Roxi dijo...

Que buena historia!!!!
Hay varios detalles que los vi en una película, freak mezcla entre twin peaks y los lunes al sol, pero en limache.
Me encantó, seré media alienígena como ustedes.
La imagen de las dos señoras, y el sandwich humano es genial.
Muuuuuuuuuuuuuuuuuchas gracias por el dato que me pasaste de jarvis.
Las entradas las ponen hoy a la venta a las 12:00 a través de feria ticket.
Voy a morir de la felicidad el día 15 de marzo.
Beso y abrazo!

La Decapitada dijo...

Que buena tu narracion. Y despues me dices que a mi me rodean sucesos extraños ja.
Un abrazo

vesania dijo...

Que bien redactado te quedo, si abri el blog y dije pucha es largo no alcanzo a leerlo, pero nada, fue rápido y disfrutado...
por suerte y Chile tiene en cada pueblo uno de estos bares, por suerte y hay jovenes que se aventuran a visitarlos, por que asi aquellos que no vamos a esos lugares nos aventuramos con las aventuras de otros...

Me gusta Limache, es un lugar tranquilo, pero me da alergia con esos platanos orientales que tiene en su calle principal, así que es un lugar de paso para mi cada vez que voy a Olmue...

Saludos

Tuccini dijo...

Gracias a dios existen lugares como esos donde a veces unon puede escaparse y descansar en donde nadie te exige nada. Tengo una gran cantidad de historias contadas por parroquianos de ese tipo de bares que seguramente les contaré a mis hijos como anecdotas de un pais tan rico como el nuestro en personajes anonimos.
Me hiciste recordar mis dias de unniversidad donde con un par de amigos tambien recorriamos los bares del puerto.
Saludos

Lágrimas de Mar dijo...

un relato muy bueno, y el bar toda una aventura

un besote

lágrimas de mar

Fernando dijo...

Que buena oportunidad, al parecer la inocencia y fuerza de la juventud nos hacen pasar experiencias importantes de la vida, después los miedos y compromisos nos van atando.
Saludos

clauarroyo dijo...

Me pasó que mientra leía el texto me imaginaba los lugares de Limache, lo que nunca me hubiera imaginado , aunque bien estúpido de mi parte pensar que no habían niñas trabajadoras ni menos asaltadoras de un pobre ebrio, eso no me calzó nunca. Para mí Limache es una ciudad de gente tan buena que ni pensar en un ladrón.

Saludos.

Anónimo dijo...

Y cuando no hay de esos bares en las cercanías, hay botillerías medio ocultas que siguen siendo el punto de encuentro para viejas glorias rememorando su pasado...y si no es en el mismo bar, dando vuelta la esquina no falta quien busque sacar partido del parroquiano medio caramboleado.

Antes de despedirme, quiero agradecerte por estar entre quienes más comentaron en mi Blog el pasado mes de Febrero. Saludos cordiales.

Lore Ortiz dijo...

Holaaa.. Te había leído otras cosas, pero este minicuento me obligó a leerlo completo.
Buena la historia... bena forma de atrapar lectores!

La duda que me quedó... fue eso alguna vez verdad?

Saludos
Lore

Claudia Andrea dijo...

a veces el lugar, pasa a segundo plano. es la mezcla de personas distintas q se reunen... en torno a la mesa coja...

y mas...

saludos

Pirzen dijo...

ALVARIÑO!....
ME PRESTA LA HISTORIA PARA HACER UN BLUES?
LA ENCUENTRO BONITA, TRISTE, Y MUY UNIVERSAL. RECUERDE AL GRAN LEBOWSKY, LOS CUENTOS DE BUKOWSKY, KEROUAC, Y COMO SI FUERA POCO, CON UN TINTE DE CANCIONES DE AC/DC.

OSEA, CON LOS DEBIDOS TOQUES CRIOLLOS, ESTA HISTORIA ES UN BLUES HECHO Y DERECHO.

LE PARECE?

Valentinitz dijo...

Saludos
ya pasé esa etapa de bares aunque tan precozmente que quizás se repita más adelante... es cool el bar amigo y tiene cierta mística el humo, el olor a alcohol, las luces de neón... y la conversación con buenas amigas en mi caso, montones de abrazos.

otakupsx dijo...

algun dia ire a bares estoy en la etapa discotequera
saludos bye

Lilith dijo...

me hizo recordar
un restorant que hay en una esquina cercana a la plaza
una vez fui cuando tenia como 7
ahí siempre habian tipicos curados
a mi me parecian raro
porque tenian la mariz roja
pero me gustaó
porque daban muchas papas fritas con pollo asado y siempre me acuerdo de eso

en fin

me gusto el post


saludos
besos

Roxi dijo...

hola pasaba a saludar.
Referente a lo que me decías en mi blog, tienes razón uno se pone mañoso y refunfuñón. no lo había notado hasta hace muy poco, y igual me preocupa.
Abrazo!

Llaidy dijo...

voy a ver si uno de estos dias me aventuro y me meto en uno de esos bares para experimentar en un ambiente de ese calibre.

Pasa por mi Blog que te deje una encomienda.

Saludos

Catalina Pianola. dijo...

me acordé qe una ve iba en el bus y vomité a una señora, ella me kería pegar y yo tenía miedo
igual no andaba cura
es qe me mareo en los autos micros y toas las weas con ruedas

hoooola po ♥

Roxi dijo...

hola, bueno una chela en el peluca bar restaurant o en su homólogo en Santiago (aunque no creo que exista, o de existir debe estar invadido de "abajistas", has escuchado concepto más idiota que ese????), es una buena alternativa para cuando la cultura te da un portazo en la cara
abrazo!

Maynard dijo...

Me dio pena el viejo ebrio... las viejas q se vestían como prietas debieron haberselo hehco chupete.

Buena historia.
Saludos!

Anónimo dijo...

No si creo que es fuerte la onda de las Niñas del ambiente, en el puerto, sobre todo...


Saludos!!

Clau dijo...

Ja ja en su tiempo también escuchaba música que no conocia nadie, y me gustaba mucho ese rollo, pero si lo vez por el lado amable, lo mejor es que la gente conozca la musica ya que así no habría tanta chatarrilla sonando en las radios...
Muchisimos saludosssss y gracias por pasarte!

Cami dijo...

muy buena historia, no se mucho de bares porque nunca salgo a alguno, pero me gusto la historia.

Sayonara=^.^=

Roxi dijo...

Hola !!!
Pasaba a saludar, gracias por pasar seguido por mi casa de letras
Abrazo!!!!

Jaime Ceresa® dijo...

Se me hizo a La Piojera o El Hoyo por lo que decías...he ido a varios de esos bares..son notables..la onda que se arma suele ser rebuena.

Cuídate.-

Angélica dijo...

Yo me imaginé un bar como de pueblo fantasma. Solitario y escondido de todos. Me llamó la atención eso de las calugas de pescado, cómo es eso? eran dulces o saladas? ya, siempre pensando en comer jajajajajaja.

Me gusta tu manera de narrar las historias, eso de escanear la habitación me gustó.

Vi que te gustaron mis cactus. Tengo otros que no fotografié. Capaz que en una de esas podamos intercambiar qué te parece?

Un besito.

Roxi dijo...

ojalá que te vaya bien con lo de las entradas en super 45.
Suerte !

Blusa Transparente dijo...

Me gusta tu historia, yo soy de antros y tugurios... me gusta el mundo que se arma ahí.

Saludos

Anónimo dijo...

Recientemente me encontré con tu blog y he estado leyendo a lo largo. Yo pensaba que iba a dejar mi primer comentario. No sé qué decir, excepto que he disfrutado de la lectura. blog de Niza.